Análisis coprológico
Un examen coprológico o análisis coprológico consiste en analizar las heces de nuestras mascotas. Este análisis coprológico ayuda a nuestro veterinario a determinar si nuestro animal tiene parásitos intestinales. Normalmente estos suelen realizarse, cuando presentan diarreas, vómitos o pérdidas de peso. Las evaluaciones periódicas de las heces son importantes, permiten prevenir enfermedades.
Los parásitos suelen ser las causas de las diarreas persistentes de nuestros animales. Existen ciertos parásitos que pueden llegar a destruir la mucosa intestinal. En otros casos, los parásitos conviven con el animal si perjudicarles. Hasta que otra causa les provoca la diarrea y es cuando el parásito si les hace daño.
Con el análisis coprológico de las heces podemos detectar no solo parásitos intestinales sino gusanos u otros tipos de organismos. También pueden observarse otras anomalías, como la presencia de bacterias en las heces. Por tanto, nuestro veterinario puede recomendarnos el análisis de heces cuando en animal presente signos clínicos evidentes de parásitos. Como en casos que no son tan evidentes, pero puede hacerle sospechar que los hay.
Para la realización de la analítica de heces, nuestro veterinario nos solicitará que les llevemos una muestra. Normalmente la recogeremos en un tarro herméticamente sellado o en una bolsa cerrada. En todo caso hay que evitar la fuga de las heces. También puede extraerlas directamente del animal haciéndole una exploración y mediante un bucle fecal. El bucle fecal, es un instrumento de plástico con un lazo en el extremo que permite insertarlo en el recto. Y así, recoger la muestra.
El examen de las heces consiste en visualizar gusanos, mocos, sangre, o cualquier elemento que el animal haya ingerido. También serán examinadas para ver el color, la consistencia o el olor.
Entre las pruebas a realizar como parte del análisis coprológico de heces están:
Frotis fecal directo. Una pequeña porción de heces mezclada con agua o solución salina se analiza en el microscopio. Así se suelen detectar bacterias y parásitos.
Flotación fecal. Para este análisis se coloca una porción de heces mezclada con una solución especial en un recipiente de plástico. Los huevos de parásitos suelen flotar en dicha solución, posteriormente estos serán analizados en el microscopio.
Centrifugación en heces. En este caso una porción de heces se mezcla con una solución especial en un tubo de ensayo. Se coloca en una centrifugadora, que es una máquina que hace girar el tubo en círculos de manera rápida. Los huevos de parásitos flotarán en la parte de arriba que serán recogidos y analizados en el microscopio.
Como beneficio del examen cropológico, es que permite identificar los distintos huevos de parásitos y poder administrar el tratamiento adecuado. En el caso de parásitos intestinales como lombrices, suelen infectar a personas con lo que eliminarlas previene el contagio familiar. En otros casos, los parásitos no muestran signos con lo cual es importante realizar este examen para evitar males mayores.
Antes de realizar este tipo de análisis, realizamos una anamnesis y exploración física para saber en que estado se encuentra la mascota.