Ecocardiografía

La ecocardiografía veterinaria

La ecocardiografía es un área reciente de la imagenología veterinaria, consiste en el estudio de las diferentes estructuras cardiacas por medio del uso de rayos ultrasónicos. Es una herramienta utilizada para la evaluación diagnostica y manejo adecuado de perros y gatos con sospecha de enfermedades cardiacas congénitas y adquiridas.

Transductores que funcionan basados en el efecto piezoeléctrico crean ondas sonoras entre 2 y 7 MHz y son ubicados en diferentes ventanas acústicas en el tórax de los animales para la adquisición de las imágenes.

Existen diferentes modalidades de ecocardiografía como el modulo M, la ecocardiografía bidimensional y la ecocardiografía Doppler, la cual es constituida por el Doppler continuo, Doppler pulsado y el Doppler color.

Para el examen ecocardiográfico, la mayoría de los perros y gatos son posicionados en decúbito lateral derecho, la duración del examen puede durar entre 45 a 60 minutos para la adquisición de las imágenes. Con el uso de las diversas modalidades Doppler son generadas imágenes a partir de diferentes planos de los cuales se obtienen diversos cortes. De esta forma es posible calcular las relaciones que las estructuras mantienen entre sí, y principalmente para el ventrículo izquierdo, es posible calcular su volumen interno, su masa, el volumen sistólico y la fracción de eyección, el porcentaje de acortamiento de la fibra miocárdica y la velocidad de acortamiento circunferencial de la fibra miocárdica. Se espera que los estudiantes y aprendices del área de diagnóstico por imágenes, especialmente la ecocardiografía, puedan tener este material como base para sus estudios.

En las facultades de Medicina Veterinaria, las disciplinas que tienen el objetivo de enseñar el pensamiento lógico del diagnóstico por imagen son consideradas complementares al diagnóstico clínico y punto de partida para intervenciones quirúrgicas y tratamientos con medicamentos en pacientes de pequeño o grande tamaño. La radiología, ultrasonografía, tomografía computadorizada y recientemente la resonancia magnética atraen la atención y la curiosidad de los alumnos por su interface entre anatomía, fisiología y patología, áreas del conocimiento que para los alumnos menos atentos no parece tener ninguna ligación con la clínica. En este conjunto también está la cardiografía, que es un estudio de varias estructuras cardiacas por medio de rayos de ultrasonido (ABDUCH, 2004).

Muchas veces, los resultados de los exámenes eco cardiográficos son incomprensibles al médico de pequeños animales por no estar familiarizado con la dinámica de este método de diagnóstico. Esta dificultad puede ser mitigada en los futuros profesionales durante su pasantía, mediante el acompañamiento y comprensión de los exámenes ecocardiográficos. Este documento presenta una guía práctica sobre el uso, las referencias anatómicas para la adquisición de los distintos tipos de imágenes utilizadas, y las evaluaciones tanto de la anatomía como de la fisiología cardiaca de perros y gatos.

¿Por qué y cuándo solicitar el examen ecocardiográfico?

La ecocardiografía es necesaria cuando hay la necesidad de informaciones sobre la anatomía, morfología, fisiología y hemodinámica del corazón (ABDUCH, 2004). Según Henik (2002), el examen eco cardiográfico es indicado para la evaluación diagnostica y manejo adecuado de perros y gatos con sospecha de enfermedades cardiacas congénitas, con soplo cardíaco, con policitemia o cianosis; con indicación de insuficiencia cardiaca congestiva izquierda (edema pulmonar) o derecha (efusión de pleura, distensión de la vena yugular, ascitis); pacientes con arritmias cardíacas de causa desconocida; con sospecha de enfermedad pericárdica o neoplasia del corazón; con sospecha de endocarditis bacteriana; razas de perros más grandes con soplo adquirido (sintomático o no) y gatos con soplo adquirido que sufren de hipertensión o hipertiroidismo.

En el grupo de anomalías congénitas están la obstrucción de la vía de salida del ventrículo izquierdo, ducto arterioso visible, defecto del tabique interventricular, defecto del tabique interauricular, tetralogía de Fallot, displasias de las válvulas mitral y tricúspide. Entre los cambios adquiridos se enumeran la enfermedad valvular, miocardiopatía congestiva, miocardiopatía hipertrófica y derrame pericárdico (TIMESSEN, 1995; ABDUCH, 2004).